La palabra caricatura tiene su orígen en el idioma italiano. El término "caricare" significa "cargar", es decir, exagerar los rasgos y la características más resaltantes de la persona.                                         Podemos ubicarlo en Bolonia a finales del siglo XVI en la escuela de arte fundada por la familia Carraci, quienes realizaban los "ritrattini carici" conocidos como pequeños retratos cargados.                               

A través de ellas se transmiten ideas y mensajes acerca de la realidad.

Historia

En el antiguo Egipto en la XVIII dinastía de Amenofis IV recibe una gran crítica popular a su
política. En el museo egipcio de Turín pueden verse algunos papiros donde se ridiculiza a 

algunos de los faraones.

También los griegos tuvieron sus representaciones caricaturescas. Cerámicas y ánforas reflejan

el arte de esa época.

En la antigua Roma se veían pinturas en cerámicas, en estatuillas y en frescos.

En la edad se produjeron los bestiarios, representaciones de animales reflejando costumbres

en distintas esculturas.

En la época  Renacentista tenemos las obras nada menos que de Leonardo Da Vinci y de Miguel Angel Buonarotti haciendo retratos con un naturalismo exagerado.

Más acá en el tiempo, encontramos grandes aportes en el siglo XVIII y XIX,

En el sigo pasado proliferan numerosas revistas en Europa y en Estados Unidos principalmente, con 
diversas temáticas. Las hubo satíricas, de humor burlesco, costumbrista, y de crítica política.

Precisamente, a través del humor se ha podido transmitir (no siempre con éxito) críticas a la situación bajo un régimen político autoritario. Cuando la censura era prácticamente total, el humor político, reflejado a través de la caricatura de personajes cuestionables, permitía en ocasiones decir lo que de otra manera sería imposible. Por supuesto que, muchas veces sufriendo la clausura de ese medio gráfico y, en casos más graves, la integridad física de los dibujantes.

CARICATURISTAS

A continuación me gustaría destacar a los siguientes caricaturistas en los que su obra                              considero excelente y la cual es enormemente disfrutable de apreciar.

- David Levine.

- Hermenegildo Sabat.

- Andrés Cascioli.

- Bruno Tesse.

- Sebastián Krüger.